sábado, 24 de abril de 2010

Nueve Vidas

Durante la tarde del 9 de Julio de 1940, la sección Roja y Amarilla del Escuadrón 54 se encontraban patrullando el área de Dover muy cerca de la costa inglesa.

En ese instante el Líder de Escuadrón anunció por el radio que 15 Messerschmitt Bf109E se aproximaban, por la formación de los cazas alemanes y la falta de bombarderos que escoltar, era de suponerse que se trataba de una de las tan famosas incursiones sobre suelo inglés, el cual tenía como único propósito el de derribar cuanto Spitfire y Hurricane pudiera atravesarse. La cacería había comenzado.

El Piloto Oficial Alan Deere, nacido en Nueva Zelanda ya contaba con mucha experiencia en combate, participó en la campaña de Dunkerque (26 de Mayo al 4 de Junio de 1940) o mejor conocida como el “Milagro de Dunkerque” ya que fue ahí donde las tropas expedicionarias fueron evacuadas para ponerse a salvo en Inglaterra, después de haber fracasado durante la Batalla de Francia.

Esa experiencia y conocimientos del combate aéreo fueron aplicados de manera inmediata. Tomando la iniciativa al volar en línea recta, las ocho ametralladoras escupieron metal hirviendo por espacio de 4 segundos, sus trazadoras dibujaron diferentes líneas que daban justo en un caza alemán, haciéndolo caer en espiral justo sobre el Canal de la Mancha.

Alan Deere solo miró de reojo como caía su presa envuelta en una nube de humo negro, al clavar sus ojos de nuevo hacia el frente, pudo ver como un Bf109E estaba justo en su mira, prácticamente podía ver al piloto alemán, ambos abrieron fuego y ambos aeroplanos recibieron impactos
El caza alemán llenaba cada vez más el parabrisas del Piloto Oficial Deere, en fracción de segundos movió ligeramente su manubrio, un sonido igual al de una sierra cortando acero rechinó los oídos de los dos pilotos, los aviones había sufrido una colisión.

Las hélices del Spitfire se doblaron hacia atrás parando en seco el motor Rolls Royce, parte de la estructura de los estabilizadores se desprendieron a la par con la antena.
En tanto el Bf109E piloteado por el Sargento Johann Illner era duramente sacudido. Como un filoso bisturí que corta la piel, el aeroplano de Deere hizo lo mismo con la parte inferior del fuselaje del caza germano. Johann Illner logró escapar al saltar en paracaídas.

Deere por su parte logró planear hacia la costa cerca de Manston, donde realizó un aterrizaje forzoso terminando justo enfrente de una pared de piedra, a pesar de todo, los reportes de inteligencias consideraron este evento como una victoria aérea, confirmado dos victorias durante esta operación.

Esta fue una de las nueve ocasiones en las que Alan Deere burlaba a la muerte, lo que le valió ganarse el apodo “Nueve Vidas”, más tarde al final de la guerra, una vez en el retiro escribió su autobiografía que lleva por título “Nueve Vidas”, en la cual narra todas aquellas ocasiones que su suerte le ayudó a sobrevivir.